Por: Álvaro Álvarez Vergara
(Estudiante de Periodismo)
Una
nube de sorpresas y desencantos oscurece las ciudades que acogen la Eurocopa 2012. Hasta el momento no ha
decepcionado a los adeptos al fútbol en cuanto a goles (54 en 20 partidos),
emociones y excelentes jugadas. Quizás la temprana despedida de una de las
sedes y de algunos de los equipos favoritos, antes del silbatazo inicial, perturben
la mente de lo aficionados.
Rusia
iba como favorito ante una pálida Grecia y Polonia tenía cierta ventaja sobre
la República Checa. Sucedió todo lo contrario: rusos y polacos se quedaron en
el camino. Los checos vinieron de menos a más en el torneo. Después de recibir
un “KO” de 4-1 de manos de los primeros consiguieron dos victorias y el primer
lugar de la llave. Los griegos, por su parte, solo hicieron sus deberes en
defensa y esperaron su oportunidad y ganaron el boleto.
En
el grupo de la muerte, “con dos outs y cuenta de dos strikes sin bolas”,
Holanda buscaba golear a Portugal y suspirar por una derrota de Dinamarca, pero
otra vez defraudaron. El subcampeón del mundo, líder goleador en la etapa
clasificatoria con 37, no demostró en el terreno su etiqueta de gran conjunto.
La “naranja mecánica” de Bert van Marwijk estuvo de lágrimas en sus dos
primeros enfrentamientos contra Dinamarca y Alemania y tenían la esperanza de cambiar
los papeles.
Calidad
les sobraba para clasificar. Tenían una nómina de lujo con Robin van Persie,
Arjen Robben, Wesley Sneijder o Mark van Bommel por solo mencionar algunos. Realmente,
muy pocos se esperaban la rápida partida del once holandés y mucho menos con
tres derrotas.
Para
el último partido de la ronda clasificatoria, el técnico apostó con todo al
ataque. Colocó en la delantera a van Persie y Klaas-Jan Huntelaar, Sneijder y
Robben por los extremos y Rafael van der Vaart entró en el centro del campo. El
hombre designado a pelear todos los balones en la media cancha era Nigel de
Jong porque van der Vaart estaba adelantado.
Al
principio todo parecía ir bien, los lusos no se encontraban en la cancha y
dejaban que Holanda tuviera la “Tango12”. Hasta que llegó el gol de “Rafa” y
los festejos en el banquillo naranja. Rápidamente Paulo Bento cambió su
estrategia y aumentó la presión en el mediocampo. Los portugueses tocaron el
“talón de Aquiles” de la formación de van Marwijk y comenzaron a dominar el
juego. Cristiano Ronaldo tuvo dos oportunidades de anotar, mas la “suerte” y el
portero Stekelenburg se lo impidieron.
El
encuentro se convirtió en una batalla campal con idas y vueltas, aunque el
mayor peligro rondaba en el área de la “naranja mecánica”. Sin embargo,
apareció “CR7”, verdugo por las bandas durante los 90´, y empató en una
magnífica jugada de Joao Pereira poniendo el pase al espacio que, esta vez, el
astro del Real Madrid no perdonó. En menos de una semana, Ronaldo pasó de
villano a héroe, del más criticado al más elogiado y por si fuera poco,
sentenció la clasificación de su seleccionado al minuto 74, dando culminación a
un rápido contragolpe al puro estilo madridista. Portugal gustó y clasificó,
Holanda amargó y fue puesta out antes de llegar a primera.
La “maquinaria” funciona
La
otra cara de la moneda han sido los alemanes. A pesar de sufrir un poco en su
último desafío, frente a los daneses, lograron imponerse por 2-1 y avanzan como
el único que ha conseguido nueve puntos.
Han mostrado una maquinaria muy bien engrasada y están para empeños mayores. Después
de noquear en las eliminatorias con diez partidos ganados y 34 goles marcados,
otra cosa no se podía esperar del único tricampeón europeo.
Lo
más impresionante de los germanos, a mi juicio, ha sido su complementación en
el campo de juego y la frialdad de “súper” Mario Gómez. Bastian Schweinsteiger y Mesut Özil han sido
fenomenales en el mediocampo y la creación del juego.
¿Qué pasará?
En cuanto al actual campeón mundial,
España, luego de una arrancada no muy convincente ante Italia y con la polémica
de no colocar un delantero natural, frente a Irlanda demostraron porqué son los
campeones. Abrió el “niño” Torres por Cesc Fábregas y todo funcionó a la
perfección: una goleada de 4-0 aclaró cualquier duda. Con una avalancha de
pases y un dominio total en todos los aspectos del juego, “la Roja” está a un
paso de la próxima ronda. Medirán fuerzas con Croacia en la última fecha y
necesitan una victoria para asegurar su boleto.
Ahora bien, es cierto que España
tiene jugadores muy habilidosos que circulan con excelencia el esférico, pero
un “9” original le hace mucha falta, porque puede proporcionar mayor
verticalidad en el juego, que en ciertos momentos es demasiado horizontal. Italia
le cerró los espacios en el centro del campo y logró silenciar las
oportunidades. Cuando entró Fernando Torres alcanzaron filtrar varios esféricos,
no obstante el del Chelsea falló las ocasiones. ¿Vicente del Bosque apostará
por Torres contra los croatas? Espero que sí.
Italia es otro de los grandes que
pudiera tomar el avión de regreso. A pesar de su buen resultado frente a los
ibéricos, con un juego bonito y nada parecido al “catenaccio” de antaño, frente
a los croatas dejaron escapar la victoria y no convencen con su juego. Tienen
todas las de ganar contra Irlanda, pero si no remontamos a las cábalas el otro
conjunto que empató en sus dos primeros partidos (Polonia) quedó fuera.
El grupo D luce más despejado con
Francia e Inglaterra a la cabeza. Los ingleses contarán con Wayne Rooney en el
choque final y los franceses tendrán de rivales a los eliminados suecos. No
deben tener contratiempos para seguir adelante.
Dentro de dos días conoceremos los
ocho clasificados a cuartos de final y hasta este minuto, como casi siempre
sucede, las sorpresas adornan el césped de los estadios; imagínense entonces
que difícil es pronosticar el campeón. Me sigo inclinando por Alemania, ¿qué
cree usted?
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