miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Será verdad lo que estamos viendo?



Por: Álvaro Álvarez Díaz
Foto: Internet

No estoy violando ningún código si les comento que, mi deporte favorito es el baloncesto, aunque me confieso admirador de todos. Cuando niño lo primero que conocí fue una cancha de basquet, llegué a desarrollar algunas habilidades, sin embargo un accidente me privó de continuar lo que para mí constituyó un sueño: ser un jugador de la alta competencia.

Por eso, recuerdo con nostalgia aquella medalla de bronce que obtuvo el equipo masculino cubano en los Juegos Olímpicos de Munich-1972 (tenía yo 11 años); para mí una de las grandes hazañas del deporte cubano en su historia. Ahí comencé a tratar de imitar a jugadores como Alejandro Urgellés, Ruperto Herrera, Miguel Calderón, Tomás Herrera, Juan Carlos Domeq, entre otros.

Ha pasado el tiempo, claro está, el irreversible; y con él un notable descenso del nivel competitivo de los elencos criollos que participan en algunas competencias extrafronteras; ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué, ni siquiera en el área hemos podido ubicarnos entre los de vanguardia? ¿Qué falta?. Muchas pudieran ser las interrogantes y quizás “muchas” las respuestas o mejor escrito las justificaciones.

Enumerar las que, a nuestro juicio, pueden ser las causas del considerable retroceso permitirá que los interesados se sumen a polemizar acerca del asunto y logremos el objetivo: sugerir cambios sobre la base de una estrategia bien concebida que incluye el seguimiento a los talentos, la celebración de competencias inter-centros estudiantiles con la presencia de los especialistas, para obtener una valoración acertada del futuro jugador.

A propósito, la masividad que existía antes ha decrecido ostensiblemente, el incentivo que representaba jugar baloncesto se ha perdido, incluso en las escuelas. Hoy al niño le interesa más el judo, la lucha, el taekwondo, el béisbol, y otras disciplinas. Claro, no estoy en contra, si los profesores de esos deportes logran que los muchachos se sientan motivados, merecen reconocimiento, no críticas.

En la masividad deportiva, están los grandes campeones; parece una frase manida por las veces que se ha repetido pero, tiene una vigencia incuestionable. Reanudar la convocatoria masiva a jugar baloncesto es una necesidad imperiosa, ahí están los balones, las instalaciones; lo que hace falta es voluntad de hacer. Me atrevo a asegurar que un campeonato municipal de baloncesto bien organizado, con la presencia de los entrenadores, profesores de Educación Física, especialistas de la filial de Cultura Física; puede convertirse en un espectáculo de gran aceptación en el pueblo.

Ahora mismo, desconozco las razones por las que se suspendió el torneo de ascenso del baloncesto cubano. La llamada Liga Superior masculina perdió sus atractivos. Es cierto que las deserciones de una buena parte de las principales figuras han incidido en los decepcionantes resultados, sin embargo influye también un mal trabajo de selección. He sido testigo de algunas decisiones inadmisibles; adolescentes con las condiciones requeridas para la práctica del deporte no son tenidos en cuenta.

Y, a pesar de todo, una noticia ha causado sorpresa en la mayoría de los siempre admiradores del dinámico deporte: Cuba estará en el Preolímpico de Las Américas previsto para efectuarse en Mar del Plata, Argentina, en la última semana de agosto y primera de septiembre de este año. ¿Cómo es posible? ¿Con quién vamos a ir a ese exigente torneo?. Preguntó sin salir del asombro, el amigo Esteban, un fiel aficionado al baloncesto.

Aunque parezca increíble, tengo que aceptar el desconocimiento de lo que se pretende hacer. Me enteré que hay un grupo de unos diecinueve preseleccionados entrenando, pero hasta ahí. El jueves 3 de Marzo llegó a La Habana un entrenador argentino con el objetivo de poner a punto al futuro elenco criollo que competirá en el citado certamen.

La selección cubana está ubicada en el grupo: A, junto con República Dominicana, Brasil, Canadá y Venezuela; en tanto Puerto Rico, Uruguay, Panamá, Paraguay y Argentina fueron incluídos en el apartado B. A los Juegos Olímpicos de Londres 2012, clasifican los ganadores del oro y la plata.

Me resisto a entender la decisión de asistir a una competición, que no ofrece ningún tipo de opción al equipo cubano, y lo digo porque otras disciplinas, colectivas e individuales, se les ha privado de esa posibilidad, incluso con mayores oportunidades de las que realmente tiene hoy el baloncesto.

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