lunes, 21 de marzo de 2011

Más importante es saber levantarse



Por: Álvaro Álvarez Díaz
Foto: Roque Alonso

Siempre escuché decir que: las victorias del equipo de béisbol de Santiago de Cuba tienen una incidencia inimaginable en el rendimiento laboral y estudiantil de los que habitan esta zona del país y, supe también el impacto que causan las derrotas, al extremo de llegar a la depresión, incluso está demostrado que el rendimiento productivo no es el mismo.

Fue Ramón González Aguiar, alias Mongo; al frente del Batallón de macheteros que corta caña para el eficiente central azucarero “América Libre”, en este municipio de Contramaestre, quien nos contó la interesante vivencia… “así es, cuando el equipo gana un juego, al otro día los hombres entran al cañaveral con una disposición increíble, pero compay…. cuando las avispas pierden la gente se afloja”.

Sin embargo, esta zafra va bien, se cumplen los principales parámetros de eficiencia ¿entonces, Ramón?. “Ah, lo que sucede es fácil de explicar: en esta serie nacional el equipo nunca estabilizó su rendimiento, el principal aspecto de juego, el pitcheo, no cumplió su objetivo. La ofensiva no fue todo lo oportuna que realmente se necesitaba. Conclusión: mi gente se convenció de eso desde el mismo inicio, con el dolor en el alma tuvimos que resignarnos a esperar lo peor”.

Ahora les confieso que es ese el sentimiento general de los aficionados en cualquier lugar, hasta los furibundos seguidores del elenco santiaguero demuestran, al menos en sus criterios, el espíritu conformista: “No se pudo y ya, será en la serie que viene”. “Por favor, Pacheco que pase a cumplir otras tareas en el béisbol en la provincia o en la nación, que se cuide su salud”. “Esta vez el equipo no estuvo bien preparado, digo, esa es mi apreciación”.

Opiniones similares pude escuchar en varios puntos de la ciudad, este fin de semana, después de quedar sin opciones a la postemporada el conjunto indómito, por cierto, primera vez que esto ocurre desde que entró en vigor la nueva estructura de noventa juegos.

Antes de ofrecer mis consideraciones, quiero compartir con los lectores de este blog, la respuesta de Víctor, un vecino muy conocedor y estudioso del béisbol, a otro amigo que dice no estar de acuerdo con algunos calificativos empleados para referirse al mal desempeño de la selección santiaguera en la presente contienda, sencillamente porque Santiago de Cuba es un equipo grande y hay que respetarlo.

Riposta Víctor: “Ok, estoy de acuerdo contigo pero, lo grande que tiene ese equipo es el nombre, sin embargo la mayoría de sus jugadores no estuvieron a la altura precisamente de la historia, prestigio y reputación que le costó tanto sacrifico, entrega y esfuerzo a otras generaciones, para convertirlo en uno de los imprescindibles en el béisbol cubano”.

Hasta aquí todo bien, de más está escribir que respeto cada una de las opiniones de los habituales que diariamente se reúnen en el parque, la bodega, la barbería o cualquier barrio de éste pueblo; claro eso no quiere decir que esté de acuerdo con todo lo que se dice.

Primero; rechazo de plano los argumentos que exponen algunos, relacionados con la posible incapacidad de Antonio Pacheco para dirigir el equipo Santiago de Cuba, sí porque ese mismo Antonio Pacheco, en siete años al frente de las avispas ha ganado TRES campeonatos y en uno resultó subcampeón. Tampoco le estoy quitando responsabilidad de lo ocurrido, estoy convencido que será el primero en reconocer los errores cometidos en esta ocasión.

Segundo; es inaceptable el criterio de que, el equipo no estuvo bien preparado, cuando es un privilegio, del que no gozan muchos, contar con uno de los mejores especialistas del país en entrenamiento deportivo: Felipe Diez Siré.

Tercero; comparto ciento por ciento la opinión de que, los lanzadores adolecen de elementos técnicos y tácticos que son determinantes para un eficiente trabajo desde el box. Es cierto que el pitcheo en Cuba es un desastre pero, el de Santiago es el PEOR. ¿Por qué?. Está demostrado que hay talento entre los jóvenes lanzadores santiagueros, brazos sanos, buena velocidad. ¿Qué falta?.

Portuondo, Tamayo, Delá, Alá, Alejandro Bicet; tienen todos los ingredientes para llegar a la estelaridad, solo necesitan dominio, control en sus envíos.

No es mi propósito ahora hacer leña del árbol caído, corresponde a los directivos del beisbol santiaguero cambiar el panorama. Hace falta cambiar todo lo que debe ser cambiado (concepto de Revolución). Ponerle interés supremo a la venidera Serie Provincial, a los juveniles que están en la academia.

Estoy absolutamente seguro que existe el material humano suficiente para revertir la situación aunque no cuenten, como otros, con sucursales en la misma serie que le permita nutrirse de peloteros fogueados. Creo en Santiago, por su espíritu rebelde e invencible, por no claudicar, por la capacidad de recuperarse. Es doloroso caerse pero, solo los grandes tienen la satisfacción de saber levantarse.

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