Por: Álvaro Álvarez Díaz
Foto: Sandra Gómez Mosquera
Para los que prematuramente peinamos canas, aunque somos inminentes cincuentones, levantar la vista e imaginarnos el futuro resulta aleccionador, si apreciamos las opciones para mantener la vitalidad de los años, después de visitar algunas áreas deportivas de este municipio, donde la atención al adulto mayor es una de las premisas.
Hay testimonios que realmente conmueven por el beneficio que ha reportado para los ancianos, incluso después de sufrir un accidente cardiovascular, ó una ocasional caída que le ha provocado un esguince, la fractura de una pierna, un brazo, y hasta la cadera.
En Contramaestre están integrados unos 150 círculos de abuelos en los diferentes barrios y comunidades, cada uno exhibe como promedio una matrícula de aproximadamente 25 ancianos, que diariamente asisten a su encuentro con el profesor de cultura física y el médico, éste último con la misión de controlar a los hipertensos, diabéticos, cardiópatas, y cualquier otro que padezca de alguna patología.
Un nombre sui géneris, “Alegría de Vivir”, nos condujo hasta el grupo que cada mañana, desde las 7:00, se reúne en el parquecito del barrio “La Cuba”, en el reparto “Patricio Lumumba”, al advertir nuestra presencia, se alegraron de la posibilidad de divulgar sus experiencias a partir del axioma del movimiento deportivo cubano, “la práctica sistemática del deporte, prolonga la salud y la vida”…
Georgina (63 años)…”soy jubilada del Comercio, y la artritis intentó postrarme, pero que va, nada de eso, en cuanto me enteré de esta posibilidad…aquí estoy, me siento muy bien, nos llevan a visitar lugares históricos, disfrutamos de paseos a centros turísticos, galas culturales, y el objetivo principal es la realización diaria de los ejercicios físicos”…
Fernando (69 años); “es evidente el cambio que uno siente, hay mayor disposición, incluso espiritualmente te ayuda muchísimo el ejercicio físico, yo camino más de dos kilómetros en días alternos y hasta el estado de ánimo ha cambiado”..
La Organización Mundial de la Salud (OMS), clasifica la inactividad física como uno de los principales contribuidores de mortalidad entre enfermedades crónicas, o sea, influye directamente en el fomento de las patologías. De ahí la importancia que le concede el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), de poner el deporte al servicio del desarrollo armonioso del ser humano.
A propósito del tema, indagamos con el Profesor, Robin Valdés Bouza, subdirector de Cultura Física en la zona de América, un poblado que tiene una alta incidencia en personas con más de sesenta años, y exhibía un número creciente de ellas sin orientación adecuada en los hábitos saludables de vida, así como los beneficios sustanciales que reporta la incorporación a la práctica del ejercicio físico.
“El panorama ha cambiado mucho, se ha incrementado la atención al adulto mayor con la presencia de nuevos especialistas de la cultura física, los activistas en la comunidad muestran mayor interés por el poyo al trabajo de los profesores y cada día ganamos en masividad”.
Soy del criterio que en Contramaestre, se observa un clima de unidad y cohesión entre los encargados de garantizar la atención a las personas incluidas en lo que algunos llaman la tercera edad, los ancianos, y todos aquellos que necesiten de la actividad física para sentirse mejor. Es una buena señal de optimismo y una eficiente fórmula para garantizar vigor y seguridad a los años.
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