Por: Álvaro Álvarez Díaz
Según los arquitectos, para la solidez en la estructura de cualquier edificación es preciso garantizar buenos cimientos, y si el propósito es ampliar los niveles, indudablemente que mayor será la fortaleza de quien la sustenta.
La introducción tiene que ver con muchos acontecimientos en la vida diaria y con algunos aspectos de su filosofía, si el joven no se alimentó bien cuando niño, si la estructura morfológica no se desarrolló en el momento requerido, es casi seguro que carezca también de fortaleza física y la posibilidad de asimilar un intenso entrenamiento se reducen notablemente.
Muchos colegas se refieren con insistencia, a subir el techo del béisbol en Cuba, no basta con la Serie Nacional, el mayor espectáculo deportivo del país, los criterios y opiniones de aficionados y colegas coinciden en la necesidad de un certamen más exigente. Por ejemplo, concentrar el pitcheo, que equivale a reunir también más ofensiva y como es lógico incrementa la calidad de los equipos.
Es verdad, eso sería lo ideal, pero por favor pongamos los pies en la tierra; ¿Cuál pitcheo vamos a concentrar?..Imagínense que para conformar el staff del equipo nacional es un verdadero dolor de cabeza, existen muchos prospectos que aquí son leones, sin embargo en los eventos internacionales no enseñan ni la melena.
¿Ofensiva?, ¿Cuál ofensiva?..la columna vertebral de la selección nacional está en crisis, los otros que debían cumplir funciones de primer bate tuvieron un desempeño en el último mundial como para llorar, en fin, es el momento de reconocer que nuestro deporte nacional atraviesa por una crisis evidente.
Hoy en Cuba no hay más de tres equipos con calidad, como para abarrotar un estadio, la afición se decepciona y esto es fatal…¿Estamos en condiciones de gastar tanta energía eléctrica en el encendido de un parque beisbolero que estará semivacío?..
A todo lo anterior hay que agregar, lo que pudiera resultar más preocupante de la actual situación, en los municipios se juega muy poco béisbol, hay instalaciones con todas las de la ley, sin embargo los instructores carecen de guantes, bates y pelotas. He escuchado anécdotas que necesitan de atención, como la del padre que llevó el hijo al área de entrenamiento, y a los tres días el niño perdió la motivación, “a qué voy a ir, si sólo recibo preparación física y no podemos jugar porque faltan los implementos”…Conclusión; solicitó cambio de deporte, hoy se supera como voleibolista.
La cuestión no es cambiar estructura, ni jugar 90 ó 150 partidos, ni comenzar a las 7:00 ó las 8:00 de la noche, ni descansar los viernes, las motivaciones que necesita el pelotero son otras, el espectáculo tiene que ser eso, UN ESPECTACULO, y satisfacer al protagonista para que se sienta incentivado.
En esta oportunidad no pretendo ofrecer dictamen, pero sí llamar la atención, no busquemos más en las ramas, se impone bajar a la raíz. La base constituye el principal sostén en cualquier empeño. Debemos pensar en el techo, cuando se tenga bien fortalecido el cimiento, de lo contrario nos caerá encima.
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