lunes, 16 de mayo de 2011
Se impuso la lógica
Por: Álvaro Álvarez Díaz
Foto: Internet
Varios compromisos impostergables me impidieron seguir la actualidad deportiva en este blog, no obstante estoy de regreso y presto a mantener la sistematicidad para cumplir las exigencias de ustedes, los lectores habituales y también quienes llegan por curiosidad.
Aún los acontecimientos de la Quincuagésima Serie Nacional de béisbol, están frescos en la mente de todos los que nos mantenemos fieles a un deporte, que forma parte del diario quehacer de la mayoría de los cubanos.
Les adelanto que mi intención, esta vez, no tiene nada que ver con el análisis del principal certamen deportivo de la nación. En publicaciones anteriores me he referido al tema y, por suerte, coinciden mis puntos de vista con lo expresado por los colegas de diferentes medios, provinciales y nacionales.
Eso si, estimo justo reconocer el desempeño de los pinareños, su victoria es parte de la lógica en el béisbol cubano, supieron defender el prestigio que se han ganado, la tradición que les distingue y la admiración que les profesan los aficionados en cualquier lugar del país. El valor, la modestia y el talento son atributos característicos en la tropa del experimentado mentor Alfonso Urquiola.
Capaz de aglutinar un grupo heterogéneo, veteranos y noveles, estrellas y desconocidos, para que la armonía constituyera premisa fundamental en pos del triunfo final.
En el lado opuesto un equipo avileño sediento de victorias pero, más arrogante, soberbio y con menos cualidades para lograr la admiración del respetable. Su manager Roger Machado hizo declaraciones que rozaron el irrespeto. Una cosa es tratar de insuflar coraje a sus discípulos y otra mostrarse autosuficiente e irreverente ante un rival con mucho más historial y calidad que los suyos.
Creerse el dueño de la verdad absoluta es sinónimo de mediocridad. Hace falta muchas horas de carretera para admitir que hemos aprendido y somos profesionales, no basta haber sido un atleta estelar, se requiere también de conocimientos tácticos y sobre todo intuición natural para saber el momento oportuno para cada decisión y sus consecuencias.
En resumen, resultó una final atractiva que no quiere decir, necesariamente que hubo calidad, todo lo contrario, se demostró la insuficiencia en detalles elementales que al final nos hacen daño.
De cualquier manera las palmas para el combativo elenco de Pinar del Río, se impuso la lógica: hay en Cuba cuatro equipos grandes y ahí está la historia; Industriales, Pinar del Río, Villa Clara y Santiago de Cuba.
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Hola Alvaro. Gracias por empezar a escribir de nuevo. Aquí estamos para leer tus buenos comentarios.
ResponderEliminarUn saludo.
Hubert
Hola, Alvaro, me declaro lectora de tu blog; es una buena manera de acercarme al terruño.
ResponderEliminarR.M.Muiña