Lo visto el fin de semana en todas las instalaciones deportivas y áreas recreativas del municipio santiaguero de Contramaestre, ubicado a 890 kilómetros al Este de La Habana, merece el reconocimiento del pueblo que disfrutó hasta el delirio las diversas opciones que presentó el grupo de trabajo para la cultura física y la recreación en cada barrio del territorio.
Primero se cumplió la jornada de homenaje al joven canadiense Terry Fox, una carrera con un recorrido de unos dos kilómetros, donde la presencia de los niños, adolescentes, jóvenes, adultos y personas con limitaciones físicas resultó masiva, para muchos la más numerosa de las efectuadas anualmente en esta localidad. Después fueron los aventajados alumnos de las artes marciales aquí, quienes lograron la presencia de cientos de personas en el parque central Jesús Rabí, ubicado en el mismo centro del pueblo, para observar con asombro las habilidades mostradas en una exhibición que tuvo una hora y cuarenta minutos de duración.
A propósito, el Licenciado: Leonardo Rosales, cuarto dan en taekwondo ITF, y jefe de cátedra de las artes marciales en Contramaestre, se refirió de manera encomiástica a los avances mostrados por los muchachos en las diferentes modalidades, el dominio técnico de complejas ejecuciones y la disciplina en su preparación, incluso la responsabilidad que asumen en su comportamiento en la sociedad. Otra disciplina que sigue ganando adeptos en el pueblo es el ajedrez, algunos comentan el desempeño de Leinier en los certámenes internacionales, la calidad del noruego Magnus Carlsen y hasta se interesan por conocer lo último del juego ciencia en el mundo, las aperturas, defensa y variantes que se aplican en las partidas, por eso se estudia en cada centro escolar de la enseñanza primaria el deporte-ciencia entre las asignaturas complementarias.
Llama la atención en todo el ajetreo deportivo-recreativo de los contramaestrenses, la posibilidad que se le brinda a los reclusos del centro penitenciario que se encuentra en las afueras del poblado de Maffo, es habitual que en el estadio Abelardo Castro se juegue béisbol, fútbol, voleibol, entre equipos de la comunidad y representantes de los internos en ese centro reeducador, además es justo significar el sentimiento de solidaridad, camaradería y disciplina que exhiben ambos en los encuentros que celebran. No pretendo saturar estos criterios y opiniones, de lo visto en un recorrido de fin de semana por el pueblo, con adjetivos, ni discurso apologético, es nuestro objetivo dejar bien claro, la disposición que muestran los encargados de llevar a la población de todas las edades y sexo, la recreación sana como elemento indispensable para su salud y bienestar, en particular lo espiritual.
Lo que ocurre es que, hacía años no se veía un panorama así, se le ha dado un vuelco total a la preocupante situación que tenía el deporte en un municipio que sobrepasa la cifra de ciento cuatro mil habitantes y estaba muy reducido el régimen de participación que, con las mismas limitaciones materiales, la falta de guantes, mascotas, bates y pelotas se está jugando un torneo municipal de béisbol categoría social, donde están inscriptos seis equipos en representación de igual cantidad de barrios y asentamientos poblacionales.
Se está remodelando el gimnasio para la práctica de los ejercicios físicos, incluso los interesados en el fisiculturismo tendrán su oportunidad, ya existe la matrícula de trabajadores para incorporarse a la gimnasia laboral y los niños han cambiado el semblante, si porque tendrán su tiempo para la actividad física.
Hay intenciones de recuperar el terreno perdido en el tennis de mesa en las competencias provinciales, para eso se concluyen los trabajos de reconstrucción en el área del poblado Baire, cuna de múltiples medallistas y atletas de alto rendimiento, en el municipio, la provincia y el país, ahí está el caso de Sandra Mustelier Méndez, integrante hoy de la preselección nacional.
Todo lo anterior demuestra que lo imprescindible es el interés, percibir luz donde se quiera imponer la penumbra, superar los obstáculos, enfrentar el pesimismo y la apatía, emplazar a los incapaces y a quienes se resisten a ofrecer apoyo cuando se requiere para emprender una obra que beneficiará a la sociedad. Es preciso tener voluntad para sumir los retos, es la clave del éxito.
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