viernes, 11 de febrero de 2011

Santiagueros en sitio de privilegio


Por: Álvaro Álvarez Díaz
Foto: inder.cu

Todavía está fresco en la memoria de muchos que tuvieron la oportunidad de disfrutar el momento en que, el velocista santiaguero Enrique Figuerola entró segundo en la final de los cien metros planos en los Juegos Olímpicos de Tokío-64 o en el verano de 1976, en ocasión de la cita de Montreal, cuando otro santiaguero Alberto Juantorena logró la inigualable hazaña, hasta ahora, de ganar la medalla de oro en 400 y 800 metros planos.

Nombres de hijos ilustres de la llamada tierra caliente, la indómita Santiago, Rebelde ayer, Hospitalaria hoy, Heroica siempre; pueden hacer interminable este trabajo. Sin embargo, el propósito es hacer referencia a quienes hoy siguen demostrando, la influencia y el significativo aporte al movimiento deportivo cubano, que se empeña en mantener su prestigio a pesar de las limitaciones en el orden tecnológico y de otra índole.

Brillante ha sido la trayectoria y las jóvenes figuras hacen suyo el legado, para seguir en los puestos de vanguardia, dentro y fuera del país. Agregue a lo anterior, el respaldo incondicional de su afición, el firme sentido de pertenencia a la hora de apoyar a sus atletas. Por eso, se ha convertido en algo cotidiano el reconocimiento a quienes supieron, en su momento, poner bien alto el nombre de su terruño en cualquier lugar del planeta.

Se inició el onceno año del siglo veintiuno y para orgullo de los naturales y los adoptivos, la provincia Santiago de Cuba cuenta con un creciente número de talentosos deportistas que, unidos a los ya encumbrados, integran la avanzada de varias disciplinas en la nación, con el objetivo de alcanzar el podio en un calendario competitivo internacional que, cada vez se torna más complicado.

Sin duda, los juegos continentales en la ciudad mexicana de Guadalajara, entre el 13 y el 30 de Octubre, será el principal compromiso del deporte cubano este año pero, no se pueden subestimar los mundiales de judo, boxeo, lucha, deportes acuáticos, atletismo. Las Copas mundiales de voleibol, béisbol, donde es segura la presencia de los combativos atletas santiagueros.

Ahora mismo me vienen a la mente estelares como; el voleibolista Wilfredo León Venero; el ciclista Arnold Alcolea; las judocas Yaritza Abel y Kaliema Antomachín; los luchadores Geandry Garzón, Raúl Consuegra, Gustavo Balart, Ismael Borrero, Alan Vera; los púgiles Carlos Banteur, Jorge Luis Mustelier, José Angel Larduet; los peloteros Alexei Bell, Héctor Olivera, Luis Miguel Nava.

Especialistas de campo y pista como; Alexis Copello, David Giralt; los clavadistas José Antonio Guerra y Jorge Luis Pupo; distinguidos en el tae-kwondo: Robelis Despaigne, Thaimí Castellanos y Dainellys Montejo.

Todos con aspiraciones de integrar las delegaciones cubanas a los principales certámenes que, desde hace algunos meses, incluso años; han dejado de ser masivos y hoy es preciso garantizar la clasificación en las eliminatorias continentales, o una ubicación de vanguardia en el ranking mundial de la especialidad.

Pudiera parecer apologista, sin embargo me arriesgo a lo absoluto; los atletas santiagueros se distinguen por su valor, su capacidad para imponerse a la presión, a cualquier obstáculo. Gozan de una autoestima como pocos en el país. En sus inicios, se ven limitados en todos los sentidos, porque carecen de implementos, las instalaciones no tienen las condiciones mínimas exigidas. Parecen condenados al fatalismo geográfico, por la distancia que nos separa de la capital que les impide el acceso a los adelantos científicos.

No obstante, el trabajo alternativo de los entrenadores es altamente valorado, le buscan la solución a las dificultades e inculcan en sus discípulos el espiritu de combatividad, de no darse por vencido, ni siquiera en las peores condiciones. Vencer es su premisa, no importan los riesgos, por eso tienen y tendrán un sitio sagrado en la historia deportiva de Cuba. Los admiro como ningún otro.

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