Gloria a un estelar del montículo

"Cuchilla" Catalá en Julio de 1949


Por: Álvaro Álvarez Díaz
Siempre de andar pausado, presto a cualquier intercambio acerca de un deporte que lo marcó para toda la vida, el béisbol. Diariamente paseaba por el parque central de este pueblo que lo acogió como un hijo, desde el año 1942 cuando vino a jugar pelota, procedente de una bella ciudad en el centro-sur de la isla; Cienfuegos.

Benigno Catalá Pérez, quizás dicho así, muy pocos lo identifiquen, pero si les digo que se trata de “Cuchilla” Catalá, muchos de los que hoy peinan canas, recuerden al lanzador derecho que militó en varios equipos en los años treinta, Michelín, Diablos Rojos, Hatuey y Jupiña, estos últimos en su natal Cienfuegos, hasta en el conocido Orbay y Cerrato en la capital cubana.

Sin embargo un amigo de apellido Cuéllar le propone venir a este pueblo, y gracias a su desempeño en aquellos conjuntos, se presentó ante Mariano Sinova, en aquel entonces dueño del famoso equipo Los Rifleros de Contramaestre. Allí conoció a verdaderas estrellas: Lorenzo “Chiquitín” Cabrera, Yiqui de Souza, “Cañón Lombillo, Rafael “Sam” Noble que después llegó a las Grandes Ligas, “Huesito” Vargas, entre otros.

Un récord para la historia
Fue protagonista “Cuchilla” Catalá de un récord que se mantiene vigente en el béisbol semi-profesional que hubo en Cuba, al utilizar sólo 76 lanzamientos (53 strikes y 23 bolas) en un juego que Los Rifleros le ganaron 3-0 a una selección del Habana Star…Se conoce que varios lanzadores han utilizado menos envíos en un juego, pero se trata de la serie nacional, por lo tanto éste se mantiene…

”Cuchilla” Catalá jugó después en el equipo Motul, en México en el año 1948, también estuvo en República Dominicana en 1951 y en Barranquilla, Colombia en 1953.

El homenaje permanente
Muchas anécdotas de éste locuaz hombre, pudieran enriquecer el homenaje que hoy le rendimos sus familiares y admiradores, después de ocho años de su desaparición física, pero hay una, que para él resultó inolvidable…Año 1945, se jugaba en el estadio “Maceo” en la ciudad de Santiago de Cuba, Rifleros vs Cubans Maine…Final del noveno, 2 a 1 ganan los Rifleros. Los Cubans llenan las bases, dos outs, y el turno al rectángulo es para Calampio León, hombre respetado por su poder. “Cuchilla” lo pone en conteo de dos strikes y una bola, pero el sluger se confió y se preparó para la curva, sin embargo Catalá lo sorprendió con recta y el arbitro Juan Seguí, conocido por Juan Caballo levantó el brazo derecho y aquello fue apoteósico…

“Cuchilla” Catalá, que nació el 28 de Junio de 1912, siempre soñó con ser pelotero, a los 43 años se retiró del deporte activo, se mantuvo como instructor voluntario por más de veinte años, trabajó como árbitro, y dirigió equipos de Contramaestre en series provinciales juveniles y de primera categoría…Ejemplo de persona, padre, esposo e incansable trabajador.

Con orgullo recordaba a sus compañeros que después fueron grandes, como Roberto Ortiz que jugó en el Almendares de la Liga Profesional Cubana, al igual que Héctor Rodríguez, Francisco Casanova que militó en el Marianao, Tony Castaño, en el Cienfuegos, José “Pepín” Carrillo que llegó a convertirse en uno de los mejores primeras base de la época, estuvo con los Mulos de Nicaro.

Los contramaestrenses, y los que llegamos de otros lares, pero tuvimos el privilegio de conocer a “Cuchilla” Catalá, le rendimos merecido tributo de recordación este 17 de Noviembre de 2009, cuando se cumplen ocho años de su fallecimiento y termino con la frase que tanto repetía…”Pueblo mío, no me olvides”.

- Agradecimientos al profesor Noel Riverí Santana por el aporte estadístico.