martes, 8 de mayo de 2012

Sugerencias después de la debacle



Mientras se espera por el inicio de la semifinal de la 51 Serie Nacional de béisbol, la eliminación del equipo Santiago de Cuba sigue siendo temade discusión y análisis en barrios, comunidades, esquinas, parques de esta indómita provincia. Hoy les propongo el texto de una carta enviada a: swingeneldiamante, por el fraterno amigo Alden González Díaz. Si usted se interesa por participar en la polémica puede escribir a: matancero@gritodebaire.icrt.cu

Saludos cordiales mi hermano. 

Después del lamentable desenlace, que ya no tiene solución y que a pesar de las esperanzas al final, se veía venir, pienso que lo mejor es enfocar los análisis en función del futuro del beisbol en Santiago de Cuba.

En lo personal pienso que este descalabro ha llegado en un momento en el que se puede propiciar un debate que a la larga pudiera resultar positivo para el beisbol en la provincia.

Lo primero por lo que debemos abogar especialistas y aficionados es por un cambio total de mentalidad en la estructura del beisbol santiaguero, en estos momentos anquilosada, sufriendo las consecuencias de una muy letal combinación de arrogancia, mediocridad y demagogia. La primera acción en pro de ese cambio sería considerar seriamente la importación de un director para el equipo.  

El equipo Santiago ha tenido varios directores, pero sólo tres han podido ganar:  Manuel Miyar, Higinio y Pacheco. Ya no se trata de que cualquiera no puede dirigir ese equipo,se trata de más: cualquiera no gana con ese equipo.  En este momento de la historia lo que precisa el beisbol en Santiago es de alguien con mentalidad ganadora para un borrón y cuenta nueva. 

He escuchado a muchos aficionados afirmar rotundamente que con Victor Mesa Santiago gana 60 juegos y es campeón, yo creo que al menos una de las dos variantes sería un hecho con él. Pero eso también pueden lograrlo Alfonso Urquiola o Pedro Jova, ganadores natos.

No sé qué pensarás al respecto, pero poner a cualquier otro director de aquí que no sea Luis Danilo Larduet será volver a los compromisos, las piñas, la falta de metodología contemporánea de entrenamiento del pitcheo, la ausencia de mano dura ante las actitudes negativas, la permisividad ante la falta de
combatividad evidente de muchos peloteros, etc. 

Traer un director que fuese Jova o Urquiola por su historia ganadora innegable como peloteros y directores, por su sed de triunfo, por el respeto que imponen, traería además otra mentalidad que posibilitaría cambiar por completo los conceptos erróneos en los que hemos sumido a nuestro pitcheo y nos ha alejado de las concepciones actuales de preparación, pensamiento técnico-táctico, etc. También posibilitaría retornar al juego que combine poder y velocidad a la ofensiva, lo que sin duda nos llevó a los campeonatos de 2007 y 2008.

Imagínate que nos queda un centro de alineación ofensiva bastante solvente: Luis Yander, Bell, Edilse, Olivera y Reutilio. Además hay otros nombres que para el año próximo pueden aportar mucho: Carbonell, Castellanos, Gorgüet, Lamadrid… 

Cuando se retiraron todos los componentes de la aplanadora nadie pensó que nos recuperaríamos tan rápido y gracias a una oportuna camada de jugadores recién salidos de los juveniles que se supieron integrar y combinar con los experimentados, más la sapiencia y la estatura de la figura de Pacheco se hizo posible el sueño.

Ahora nuevamente tenemos la fortuna de contar con un buen grupo de talentoso peloteros saliendo de las filas juveniles como Gelkis Jiménez, Norberto Castellanos (ese muchacho tiene muchas condiciones, impresiona), José Silveira, Isandro González, Diosvani Carrión... No olvides estos nombres, ahí hay potencial y talento.     

En ese probable grupo para el año próximo hay mucha velocidad, lo que puede hacer que tengamos un equipo más solvente aún a la ofensiva, que ostente un juego más agresivo y creativo; pero eso debe partir de un manager con esa mentalidad y con autoridad para hacer que se corra fuerte hasta con rolling al pitcher. 

En lo que respecta al pitcheo el borrón y cuenta nueva significaría sobre todo nuevos conceptos de preparación, trabajar sobre el control con otros métodos (como los de Peña, Elosegui, Manso, Gálvez, Riveira, etc), incremento de repertorio (desterrar de una vez por todas el absurdo concepto, por ejemplo, de que los lanzadores santiagueros no deben tirar screwball, adecuado uso de todas las variantes de recta, implementar el uso CORRECTO del cambio de velocidad). 

Tener un entrenador de pitcheo con una mentalidad diferente puede propiciar que jóvenes talentosos como Portuondo, Delá, Alá, Valentín, Carlos González y  Alejandro Bicet, más los que pudieran incorporarse como Elvis Juan Martínez, Davier Ribeaux, Elisdeilis Núnez y Osmeni Romero, tengan una lógica progresión,  un desarrollo acorde con su potencial. 

Para eso habrá que traer alguien de fuera, con otra concepción metodológica. Pero para que venga un buen entrenador de pitcheo tendrá que venir también de fuera un buen director, con capacidad de convocatoria, y sobre todo, con otra mentalidad.

Una de las causas de más pesó en el descalabro estuvo en la actitud de sus peloteros, ese equipo volverá a planos estelares cuando lo dirija alguien que logre que la entrega de Tato Bell no sea excepción, que tenga el coraje suficiente como para, por ejemplo, no admitir la falta de compromiso de Dany Betancourt. Eso mi hermano lo logrará alguien de fuera, con prestigio, carácter, mentalidad ganadora como Urquiola o Jova.

¿Te acuerdas de cuando le dieron el Ciudad Habana a Servio Borges?

Vamos a debatir al respecto. 

Un abrazo.

Alden

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