lunes, 4 de abril de 2011

Tigres y Alazanes cambiaron la historia



Por: Álvaro Álvarez Díaz
Fotos: inder.cu y zona de strike.

Asumo la responsabilidad sin tapujos, porque ciertamente me equivoqué en los pronósticos. Pensé en una mayor garra por parte de los villaclareños ante el combativo elenco avileño (Tigres) y de los guantanameros en su compromiso frente a los granmenses (Alazanes), para lograr la clasificación a la etapa semifinal del oriente, en la Quincuagésima Serie Nacional de béisbol.

Los discípulos del Dr: Eduardo Martín Saura llegaron a tener la serie en punto de mate, tres victorias a una, a su favor, sin embargo los Tigres de Roger Machado no creyeron en la categoría de su rivales (subcampeones nacionales) y con una ofensiva oportuna, buen trabajo desde el montículo y hermética defensa, supieron reaccionar a la hora cero para lograr incluirse entre los cuatro grandes de la temporada.

Algo similar ocurrió con la novena de Granma (Alazanes). Llegaron a sus predios, el “Mártires de Barbados” con desventaja (2-3) ante un equipo Guantánamo que parecía dueño absoluto del escenario, al extremo de llegar al octavo ining del sexto juego (decisivo para ellos) con ventaja de una carrera a cero pero… quien a mi juicio es, hoy, el mejor bateador de Cuba: Alfredo Despaigne Rodríguez se encargó de aguarle la fiesta a los del Guaso, al disparar kilométrico jonrón por el mismo jardín central al lanzador mejor calificado de los guantanameros: Dalier Hinojosa, para empatar el choque.


¡Qué clase de pelotero Alfredo Despaigne.

Eso les permitió a los anfitriones, apoyados por una delirante afición, tomar un segundo aire y en el décimo capítulo… otra vez Hinojosa se encontró con su verdugo de la jornada, quien aprovechó un envío en la zona para botar la Mizuno-150 por encima del graderío del jardín izquierdo y sentenciar el partido.

La escena quedó lista para el siguiente día, cuando los Alazanes supieron interiorizar que ellos podían, que ese era su momento y salieron a la grama de otro abarrotado parque “Mártires de Barbados”, con la autoestima por las nubes, para hacer realidad lo que parecía una quimera: ubicarse entre los cuatro mejores de Cuba en esta Serie.

Ahora corresponde hacer los reajustes necesarios, por uno y otro manager, con el objetivo de enfrentar un compromiso que, todo parece indicar será más ofensivo que los anteriores, si tenemos en cuenta las características de sus jugadores y la escasez de lanzadores estelares, capaces de frenar el ataque de largo metraje del rival.

Para la ocasión me inclino por los “Alazanes” de Granma, un equipo con hambre de victoria, aunque justo es reconocer que los “Tigres” de Ciego de Ávila están empeñados en acabar con el fantasma que hace años los acompaña y le impide demostrar su valía en postemporada.

Otro panorama en occidente

Pues mire, no estoy tan decepcionado en cuanto a vaticinios se refiere. En la zona occidental estuve acertado porque, Pinar del Río y Cienfuegos serán los protagonistas de la semifinal después de eliminar a los “Gallos” de Sancti Spiritus que no acaban de convencer y los “Vaqueros” de La Habana, cuyo pitcheo de lujo dista mucho de lo que se necesita en momentos de definición.

Coincido con las valoraciones de algunos colegas: veo al experimentado mentor pinareño Alfonso Urquiola como el más sensato a la hora de tomar decisiones, tengo la impresión que es el de mayor profesionalidad sobre el diamante, tiene control de cada situación, no admite conductas impropias entre los jugadores y logra la imprescindible química entre dirección y peloteros, elemento determinante para materializar los propósitos.

Aquí me inclino por los pinareños para pasar a la discusión del título de Cuba en la Quincuagésima Serie Nacional, evidentemente poseen mayor sangre fría, están más acostumbrados a jugar bajo presión, y luchan más cada partido.