lunes, 21 de noviembre de 2011

¿No será peor el remedio…?



Por: Álvaro Álvarez Díaz
Foto: Internet

A pesar de todos los sinsabores, el descalabro y la penumbra que se divisa, los aficionados al béisbol en Cuba están ansiosos porque comience la Serie Nacional en su edición 51. Esta vez con diecisiete equipos, ocho managers que debutan, tres que regresan, descanso obligado por calendario sui-géneris, cambio de pelota y montículo con tres pulgadas más de lo reglamentado.

Parecen, a simple vista, cambios para favorecer el espectáculo, sin embargo nada más lejos de la verdad. La Serie Nacional que, se supone, es el certamen deportivo más seguido en el país sigue perdiendo interés. Hoy existen en Cuba estadios en los que no se puede jugar: “Sandino” en Santa Clara; “Mártires de Barbados” en Bayamo, por solo citar dos.

No voy a detenerme en la cifra de diecisiete equipos, eso ha sido criticado hasta por el gato de María Antonia. La designación de los mentores es una decisión de las direcciones provinciales pero, ¿quién ha dicho que para dirigir es requisito indispensable haber jugado? No siempre esto es efectivo y la historia lo ha demostrado.

Por eso es preciso darle tiempo a quienes han aceptado tal responsabilidad, aquí se juzga por resultados no por los “supuestos” conocimientos que se tenga del deporte, entonces… ver para creer.

La disparidad impone que un elenco siempre estará de descanso, pregunto: en ese tiempo ¿qué van a hacer? ¿la rotación del pitcheo? ¿van a entrenar, dónde? ¿en el estadio que terminaron la subserie, en el que van a jugar después del descanso o en el suyo?.

Ya adelantaron que los juegos seguirán siendo de día, ¡qué castigo!. Esto trae como consecuencia que no se entrena y… ¿cómo se corrigen los detalles que pueden incidir en un mal desempeño circunstancial?. ¿Quién va a ir al estadio, a esa hora? Ah si, los jubilados y los “vagos”.

Evidentemente no les basta con la diabólica Regla IBAF, ahora la Federación Cubana determina sustituir la pelota Mizuno 150 por la 200 y elevar tres pulgadas más de lo exigido, el box. ¿Será esta la solución? No lo creo. A los directivos que llegaron a esta conclusión, ¿con qué pelota se juega en los torneos internacionales, perdón, en el Clásico Mundial que es lo que queda? ¿Hay diferencia? ¿entonces? nos seguimos autoengañando.

Cada vez que escucho las declaraciones de algunos especialistas de pitcheo refiriéndose al staff de lanzadores en los equipos, tengo necesariamente que reír porque, sencillamente, me parece poco serio admitir que, “fulano” será el cerrador de una u otra selección. Pero, ¿cómo es posible que si en Cuba no hay abridores para conformar una selección nacional, puedan existir en las provincias? ¿de qué estamos hablando?.

Finalmente me voy a someter a expresar un criterio que puede ser tomado en cuenta, digo si les parece bien: Es estimulante para los equipos con mejor desempeño y tradición en estos certámenes que les permitan jugar de noche, en cambio los que aún no han logrado ubicarse en la vanguardia deben mantenerse en horario vespertino. ¿Es un disparate?. Es lo que pienso.

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