lunes, 12 de septiembre de 2011

Clase magistral de valor y gallardía





Por: Álvaro Álvarez Díaz
Fotos: Prensa Cubana

Aunque la batalla es diferente porque la gente no la percibe igual que si tuviera como escenario un cuadrilátero, un tatami, una pista, velódromo o tabloncillo; no hay duda que los Grandes Maestros cubanos Lázaro Bruzón (foto de la izquierda) y Leinier Domínguez (foto de la derecha) acaban de ofrecer una lección de lo que es realmente “morir” con las botas puestas. Lucha campal en un tablero de 64 casillas, con miles de variantes, cerebro en vilo y… los pantalones bien puestos.

Así salieron al ruedo los dos estelares trebejistas, uno orgulloso de ser tunero (Bruzón) el otro considerado el ídolo de Güines (Leinier), ubicados entre los mejores cien jugadores del universo, no se amilanaron. Sus compatriotas nos sentimos orgullosos de ambos, agotaron todos los recursos frente a calificados rivales, hubo que acudir al extremo en el sistema de competencia para poder eliminarlos.

Es lamentable que los aficionados al juego ciencia, en su mayoría, no pudieron acceder a las épicas confrontaciones en el siempre interesante mundo de los trebejos, donde nuestros muchachos fueron protagonistas, allá en la lejana Khanty-Mansiysk, Rusia.

A propósito, en medio de polémicas y, a veces, acertadas valoraciones, algunos habituales de las peñas deportivas en este municipio del Oriente cubano, nos sugieren enviar a la programación deportiva de la televisión nacional, varias inconformidades relacionadas precisamente con el reducido tiempo que se le dedica a disciplinas deportivas que tienen sus fieles seguidores; tal es el caso del ajedrez.

¿Por qué no se lleva ante las cámaras de la TV, en los diferentes espacios deportivos que existen, un especialista que se dedique a explicar como fue el desempeño de Bruzón y Leinier en una partida x de un torneo que está en desarrollo?

Incluso se agradecería que, él mismo, haga valoraciones y análisis de la estrategia empleada, si fue la correcta o no, etc, etc. Eso tendría doble objetivo: ampliar los conocimientos acerca de ese deporte y saber por donde andan nuestros principales ajedrecistas en materia de táctica.

De vuelta a lo acontecido en la Copa del Mundo, según cuenta el periodista Luis López Viera en el diario Juventud Rebelde: los Grandes Maestros cubanos Leinier Domínguez (2710) y Lázaro Bruzón (2682) fueron eliminados en el tie break de octavos de final. Sus verdugos, la «dama de hierro» húngara Judit Polgar (2701) y el excampeón mundial ucraniano Ruslan Ponomariov (2764).

Ambos duelos fueron un verdadero cachumbambé, como para comerse las uñas. Primero, Polgar y Ponomariov ganaron las partidas iniciales de 25 minutos, pero los cubanos sacaron el extra y empataron en el segundo cotejo.

Luego, Bruzón superó al ucraniano en el primer duelo de diez minutos y perdió el segundo, mientras a Leinier le sucedió al revés. Así fueron a las partidas de cinco minutos con el marcador igualado 3-3.

Seguidamente llegaron las primeras tablas de la jornada en ambas mesas, aunque hubo bastante forcejeo. Pero luego los cubanos se enredaron con el tiempo y perdieron el segundo cotejo, Leinier con piezas blancas y Bruzón con negras.

De todas formas, ha sido una excelente actuación de ambos, aunque quizá Bruzón tenga más mérito por haber enfrentado a rivales con mayor jerarquía.

Se supo después que definitivamente Bruzón agregó cuatro puntos a su ELO y Leinier uno. A pesar del sueño roto, creo que podemos sentirnos satisfechos con el desempeño de ambos en un certamen tan exigente como ese. Una vez más demuestran que no les impresiona la categoría y el nombre de sus rivales. Así se hace.

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