Por: Álvaro Álvarez Díaz
Desde bien temprano, primeros años de la década del cincuenta, demostró cualidades físicas inigualables a pesar de su baja estatura: William Mendoza Rosario o sencillamente “Piri”, como lo conoce cualquier contramaestrense, sobresalió en las competencias de atletismo que tenían lugar en su centro escolar.
Nos contaba la madre María, ya fallecida, lo intrépido que era el muchacho en sus andanzas… “inquieto, muy juguetón, pero respetuoso, cumplía cualquier compromiso doméstico sin vacilación, eso sí, todo el tiempo corriendo. Por eso los profesores se fijaron en él y llegó a competir en la provincia y hasta la nación. No obstante el béisbol lo apasionaba, a tal extremo que, un día decidió dejar la pista y entregarse a esa disciplina”.
Una gran admiración le profesa este pueblo a uno de sus hijos más queridos, que llegó a la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) en Santiago de Cuba a la edad de catorce años y en su primera oportunidad formó parte del equipo Oriente a los Juegos Nacionales donde terminó colgándose al cuello la medalla de oro. Se desempeñó en la receptoría y los jardines.
“Era habilidoso –me cuenta Jorge Núñez, compañero de “Piri” en los equipos de aquellos años- siempre estaba a la viva, claro no era un hombre que impresionara por su estatura (un metro sesenta y cuatro centímetros), sin embargo los rivales lo respetaban. Buen tacto y rápido desplazamiento eran algunos de sus principales atributos”.
Integró varias veces equipos de la antigua provincia de Oriente a competencias nacionales juveniles, en algunas lideró varios departamentos ofensivos y bases robadas. Hasta que en el año 1968 fue seleccionado para integrar la nómina del equipo Mineros a la Serie Nacional. Después (1970) formó parte del conjunto Oriente que intervino en la Serie de los Diez Millones.
Así transcurrió la carrera deportiva de William “Piri” Mendoza. En la mayoría de las oportunidades como primer bate de los equipos Mineros, Oriente y Serranos, en este último a partir del año 1973; además tuvo el privilegio de jugar con el elenco Mineros que estableció el récord de 27 victorias consecutivas en una Serie Nacional y Orientales, primer campeón de las series selectivas.
Su familia, amigos y aficionados recuerdan con orgullo cuando el genial comentarista deportivo, “Bobby” Salamanca lo bautizó con el sobrenombre de: “El alfita oriental” por la velocidad de sus piernas en el corrido de las bases.
Exhibió el nombre de Cuba en su chamarreta en varios países como: Holanda, Korea, Italia y la antigua Checoslovaquia; cuando asistió a lides por invitación, donde ciertamente los resultados fueron discretos.
Es en 1977 que decide poner fin a su incursión en el deporte activo y pasa a ocupar diversas responsabilidades en organizaciones políticas, hasta que un trágico accidente de tránsito ocurrido el 18 de Junio de 1985 puso fin, lamentablemente, a la vida de un hombre que escribió páginas de gloria en el movimiento deportivo de este municipio del oriente cubano.
Al principio mencioné que cualquier contramaestrense conoce la historia de “Piri” Mendoza, porque cada año se le rinde homenaje en la Sala de Historia Municipal y la Peña Deportiva que llevan su nombre. Este 18 de junio se cumplen 26 años de la sensible pérdida. Su pueblo, sus admiradores y amistades le rinden tributo póstumo a quien fue sobresaliente en la velocidad y entrega en cada salida al diamante.
Estadísticas de William “Piri” Mendoza Rosario:
Participó en diez Series Nacionales; fue al bate 1489 veces; anotó 212 carreras; conectó 320 hits, entre ellos 30 dobles, 15 triples y cuatro jonrones, para un average ofensivo de 215; además robó 85 bases en 134 oportunidades; impulsó a 80 compañeros para el home; recibió 154 boletos y se ponchó en 231 ocasiones.
Jugó en 502 partidos; 3477 entradas y un tercio; logró 822 outs; 78 asistencias y cometió 33 errores en 933 total de lances, para un promedio defensivo de 965. Le robaron 59 bases y pudo capturar en el intento a 17.
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