lunes, 24 de mayo de 2010

¡Silencio! Gloria al Inmortal



Por: Álvaro Álvarez Díaz

Desde niño escucho hablar de Martín Dihígo Llanos como el jugador de béisbol más completo que haya pisado un diamante. En cualquier polémica de peñas deportivas sale a la luz el matancero como la referencia que no admite comparación.

Ha sido tan interesante adentrarse en el vasto historial como jugador de ese negro con más de seis pies de estatura e impresionantes habilidades que resulta imposible pasar por alto el 25 y el 20 de Mayo, dos fechas que marcan el nacimiento: en el ingenio Jesús Maria en el poblado matancero de Cidra(1906) y el deceso en el municipio cienfueguero de Cruces (1971), de quien será siempre: El Inmortal.

Múltiples anécdotas pueden enriquecer este sencillo homenaje, sin embargo prefiero mencionar algunas hazañas que distinguieron al excelso pelotero, que desde los 14 años surgió como una estrella del béisbol y a los 15 jugaba con los profesionales en el parque Palmar del Junco, en la ciudad de Matanzas, y a los 17 años debutó con el equipo Habana, dirigido por Miguel Ángel González. Con esa edad, fue a los Estados Unidos con los Cuban Stars.

Cuentan que era capaz de jugar con efectividad todas las posiciones. Impresionante fue su desempeño en Cuba, Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana, México y Estados Unidos, los países de mayor tradición en el béisbol. En dos ocasiones, en Cuba y en México terminó como líder simultáneamente de los lanzadores y bateadores, obtuvo 260 victorias en Estados Unidos con las Ligas Negras, en Cuba ganó 106 y perdió 59 y en México 119-57.

En la Liga Profesional Cubana fue líder de los lanzadores en tres temporadas; primero en juegos ganados (2), lanzados (2), completos (2). Militó en los equipos de la Habana, Almendares, Marianao, Santa Clara y Cienfuegos, durante 21 años. En las Ligas Negras, participó en 23 torneos con los Cuban Star East (1923-27), Homestead Grays (1928), Hilldale Daysies (1929-31), Baltimore Black Sox (1931) y New York Cubans (1935-36), dirigiendo varios de ellos y jugando todas las posiciones.

También al bate estuvo entre los distinguidos; en Cuba fue líder en hits en tres ocasiones, una vez en carreras impulsadas, una en bateo, dos veces por encima de los 400 de average y conectó cuatro dobles en un partido, el 15 de noviembre de 1928.
En la temporada 1935-36 guió a los Leopardos del Santa Clara a la conquista del campeonato como manager del equipo. Ahí ganó nueve liderazgos individuales, incluyendo la corona de los bateadores (.359) y de los lanzadores (11-2). Lideró el circuito en carreras anotadas (42), empató con Willie Wells en hits (63), triples (8), carreras impulsadas junto a Bill “Cy” Perkins (38), juegos completos como serpentinero (13), ganados (11) y blanqueadas propinadas (4). Se dice que resultó el Jugador Más Valioso.

Debutó en México, en 1937, con las Águilas de Veracruz, ya acumulaba 14 años en el profesionalismo. Después vistió los uniformes del Torreón, Nuevo Laredo y San Luis de Potosí, en algunos incluso como manager. También paseó su nombre por Panamá, la Republica Dominicana, Venezuela y Puerto Rico.

Estableció un récord sin precedentes con las Águilas de Veracruz, en 1938, al conquistar el campeonato de los bateadores con .387, y como si eso fuera poco ganó también la triple corona de los lanzadores, al adjudicarse los títulos de ganados y perdidos con 18-2, porcentaje de carreras limpias permitidas con 0.90 y de ponches con 184. Finalizó su carrera en tierra azteca con marca de 119-57.

En tres temporadas distintas fue líder entre los serpentineros, dos veces en carreras limpias permitidas. Ponchó a 18 en partido de 9 entradas, el 5 de agosto de 1939 y ponchó a 34 bateadores en 2 desafíos consecutivos, el 5 y 8 de agosto de 1939. Resultó campeón ponchador en 4 torneos diferentes. Con el madero se anotó 6 hits en igual número de veces al bate contra el Agrario, el 18 de septiembre de 1936, en el parque Delta de la capital.

Grandes personalidades se refirieron a Dihigo y a sus cualidades como pelotero, por ejemplo; “Cool Papa” Bell: “ Dihigo fue el jugador más completo que vi. Una superestrella en la posición que jugara. Algo así como un Oscar Charleston en el centerfield, un Judy Johnson en tercera, Buck Leonard en primera o un Henry Sam Lloyd en el campo corto. Fue el mejor entre todos nosotros y cuando lanzaba generalmente ocupaba entre el tercer y quinto turno en el orden al bate”.

Esa versatilidad es lo que llevó a Martin Dihigo a poseer el raro récord de ser el único pelotero que figura en más de un salón de la fama. Cuba (1951), México (1964) y Estados Unidos (1977). En los Estados Unidos resultó ser el segundo latino, detrás del boricua Roberto Clemente, en ser elevado al nicho de los inmortales. Hecho ocurrido el 8 de Agosto de 1977.

Precisamente los matanceros, en Mayo de 2003, por iniciativa de los integrantes de la peña Deportiva: Parque La Libertad, según describe el periodista Ventura de Jesús, develaron una tarja en el patio del Museo provincial Palacio de Junco, para rendir homenaje perpetuo al excepcional pelotero Martín Dihigo Llanos, el más completo en la historia del béisbol cubano que nació el 25 de Mayo de 1905 y dejó un historial digno de reconocer por las actuales y futuras generaciones.

Fuente: El inmortal del béisbol Martín Dihigo
Libro escrito por: Alfredo L. Santana Alonso
2007

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