martes, 22 de diciembre de 2009

Rubén Rodríguez: Siempre pitcher


Por: Álvaro Álvarez Díaz
Foto: Juan Carlos Roque Alonso

Admirado por muchos, criticado por otros, lo cierto es que el lanzador zurdo Rubén Rodríguez Medrano, nacido y criado en este pueblo, a unos 890 kilómetros al este de la capital cubana, exhibe uno de los mejores promedio de ganados y perdidos que existe en el béisbol cubano.

Aunque muchos no estuvieron del todo convencidos, el colectivo técnico del equipo Santiago de Cuba decidió excluirlo de su nómina en la serie 47, con el propósito de buscar otros talentos que pudieran suplir su ausencia y mantener las perspectivas de ganadores en los clásicos criollos del deporte de las bolas y los strikes.

Sin embargo, hasta hoy ha sido imposible encontrar un sustituto capaz de ocupar un puesto estable de abridor en la rotación de los indómitos que éste año incorporó cinco novatos al staff, quizás con el objetivo de perfilar el trabajo que les permita poder contar en el futuro con un cuerpo de serpentineros listo para enfrentar los retos.

En el recién celebrado encuentro municipal con los veteranos y glorias deportivas de Contramaestre, tuvimos la posibilidad de dialogar unos minutos con quien está considerado, el pelotero oriundo de este territorio, con mejor desempeño en las series nacionales.

Periodista: Me cuenta Luis Mariano Verdecia que llegaste al área, el estadio “Daniel Reádigos”, en el Reparto: “Patricio Lumumba”, a la edad de cinco años..

Rubén: “Así fue, me llamó la atención la pelota que es como nosotros los guajiros conocemos el béisbol, veía a los muchachos mayores dar unos batazos contundentes, por la otra parte del terreno el profesor Verdecia enseñaba a un grupo de niños y adolescentes a tirar pelotas pero, con la intención de que no la batearan, y….no sé ahí me quedé”.

P: Me imagino entonces, que te atrapó el hecho de evitar los batazos y buscar la forma de ganar en protagonismo…

R: “Ese es el secreto, claro en aquel momento no tenía idea de lo que realmente significa subirse en un box, con el paso de los años me di cuenta que es el arte de tirar y que no la bateen, parafraseando al gran pugilista que fue Kid Chocolate, cuando definió el boxeo como, el arte de dar y que no te den.

“Por suerte llegué a la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) y todo fue más en serio, estuve en juegos nacionales escolares, después pasé a la Academia Provincial de béisbol, participé en campeonatos nacionales juveniles, me escogieron para la preselección nacional de esa categoría aunque no integré el equipo nacional, sin embargo me convocaron a la preselección del equipo Santiago y me gané el puesto”.

P: Jamás he oído decir que tuviste molestias en el brazo, ¿algún entrenamiento especial?

R: “No, cumplía con todas las indicaciones de los preparadores igual que el resto de los lanzadores, realizaba los ejercicios establecidos, hacía bull-pen, pero entonces al terminar la sesión iniciaba una frecuencia mayor de carrera de resistencia, eso lo aconsejaba siempre el Gran Braudilio Vinent, correr, correr, cuando un pitcher tiene fortaleza en las piernas, garantiza salud en el brazo”.

P: Tengo entendido que hay otros lanzadores que también corren y se han lesionado

R: “Ahh, eso puede ser un calentamiento incompleto, puede ser abuso de los lanzamientos de rompimiento, hoy los pitchers están obligados a buscar recursos para evitar ser castigados por los bateadores, que cada día se favorecen más, bates de grafito, pelotas vivas, en fin.. los lanzadores están contra la pared, te encuentras árbitros con mala definición de la zona de strike, te obligan a venir por ahí, otras veces tienes un receptor inexperto”.

P: ¿Y quien enseña a pensar?

R: “Ese es un aspecto determinante, mire todavía estoy recordando el jonrón que me dio el zurdo Yorquis La Rosa en una semifinal oriental allá en el “Sandino” de Santa Clara, imagínate que la gente me ve por la calle y siempre sale a relucir el suceso. Evidentemente me faltó concentración, un detalle que no se puede soslayar. A veces del banco te orientan algo y uno, quizás por la presión del juego no asimila. Por ejemplo, tuve oportunidades de sobra para llegar a las cien victorias y parece que la ansiedad me dominó”.

P: Tuviste un privilegio como pitcher, el equipo Santiago de Cuba de los años noventa califica como uno de los mejores de todos los tiempos en la pelota cubana…

R: “Wow”, ¡Qué clase de equipo!.. Manuel Benavides, Rey Isaac, Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Gabriel Pierre, Fausto Álvarez, Ariel Cutiño, Rolando Meriño y Reutilio Hurtado…era muy difícil perder, reconozco, claro que sí, me ayudaron muchísimo”.

P: Sin llegar a ser un estelar te tuvieron en cuenta para viajar al exterior

R: “Sí. Estuve en México, con un equipo Santiago campeón nacional, fui dos veces a Holanda con el equipo B de Cuba a los torneos interpuertos. Los resultados fueron discretos, gané dos juegos en Holanda y en México una victoria y una derrota”.

P: ¿Te consideras un pelotero bien atendido después del retiro?

R: “Por favor, mejor no lo quiero, me asignaron una vivienda, trabajo como entrenador en el nuevo terreno del “beisbolito” que se está terminando en su fase constructiva, tengo un salario vitalicio que me permite vivir bastante bien”.

“Mire periodista no me puedo quejar, salgo a la calle y recibo la admiración y respeto de todos, tengo tres hijos y sigo disfrutando el béisbol”.

P: Gracias, Rubén.


Números de Rubén Rodríguez Medrano en Series nacionales de béisbol…


Participó en dieciséis series nacionales, siempre con el equipo Santiago de Cuba, lanzó en 440 juegos, inició 161, completó 40, relevó en 279, ganó 98 y perdió 61, para un promedio de 616.

Propinó 12 lechadas y estuvo en otras 6, salvó 28 juegos. En 1436.1 entradas, se enfrentó a 6429 bateadores, le conectaron 1642 hits, para un average de 292. Permitió 841 carreras, de ellas 745 limpias, para un promedio de efectividad de 4.67. Ponchó a 882 bateadores, regaló 595 boletos, 277 dobles, 41 triples, 146 jonrones, propinó 90 pelotazos, y cometió 109 wild-pitch.

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